DEPRESIÓN, Es más frecuente de lo que nos parece.
La Salud Mental es el estado de equilibrio entre una persona y su entorno sociocultural, el cual garantiza bienestar y calidad de vida e implica un buen funcionamiento en los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales. Una persona con buena salud mental, es consciente de sus propias capacidades, afronta las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Sin embargo, afecciones como el estrés, la depresión y la ansiedad pueden afectar la salud mental y perturbar significativamente la rutina de una persona.
La Depresión es uno de los principales trastornos que afecta a la población mundial, siendo una de las causas más importantes de discapacidad. Se define como un trastorno del estado de ánimo, que se manifiesta con cambios bruscos del humor, irritabilidad, falta de entusiasmo y una sensación de congoja o angustia, trascendiendo a lo que se considera como normal. Puede implicar la pérdida de interés en actividades hasta entonces queridas, así como cambios cognitivos, como pensar ineficiente y elevada auto-crítica. Corresponde a una alteración patológica del estado de ánimo, caracterizada por un descenso del humor que termina en tristeza, acompañado de diversos síntomas y signos que persisten por a lo menos 2 semanas, pudiendo aparecer en cualquier etapa del ciclo vital.
Se hace relevante estar atentos a los cambios que presentan las personas en los contextos familiares, educativos o laborales y consultar con un equipo multidisciplinario en caso de presentar los siguientes síntomas:
• Sentimientos de tristeza o vacío
• Irritabilidad o labilidad emocional
• Marcada disminución del interés o del placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día (las cuales antes resultaban agradables)
• Pérdida significativa de peso sin estar a dieta o aumento significativo de peso
• Insomnio o hipersomnia
• Sensación de cansancio, desgano o de estar enlentecido
• Fatiga o pérdida de energía
• Sentimientos de desvalorización, desesperanza o de culpa excesiva
• Menor capacidad de pensar y de concentrarse
• Disminución del rendimiento escolar o laboral
• Indecisión casi todos los días
• Quejas somáticas constantes (Dolor de cabeza, molestias abdominales, dolor de espalda, etc.)
• Aumento en el consumo de sustancias
• Pensamientos recurrentes de muerte.
Para un tratamiento eficaz de la Depresión, es necesario considerar el contexto sociopsicobiológico de la persona que la padece y abordar las dimensiones psicológicas, familiares, educacionales, laborales y comunitarias. Se requiere de un trabajo conjunto que implique:
• Psicoterapia
• Uso de psicofármacos
• Controles con Psiquiatra
• Apoyo familiar
• Apoyo y participación social
• Mantener una alimentación saludable
• Realizar actividad física
• Generar una buena higiene del sueño
• Desarrollar hobbies, etc.